Carrer Diputació, 178 y Bonet

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Detalles de la ruta

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Descripción

Perplejos deberían quedarse los barceloneses que paseaban con el Passeig de Gracia en agosto de 1890 cuando vieron pasar una especie de carro sin caballos con cuatro señores subidos en él y que subía en dirección a Gracia y es que se trataba del estreno del primer coche que circuló por este país, por cierto debido a la escasa potencia, le costó horrores poder realizar todo el recorrido del Passeig de Gracia.
Efectivamente Francesc Bonet Dalmau, empresario textil, natural de Valls y con una prospera empresa textil en Barcelona, visitó la exposición internacional de 1889 en Paris cuando tenía 49 años y queda prendado de aquel nuevo invento que se exponía, el automóvil; Bonet que había cursado estudios de ingeniería, hizo lo imposible para traerse a Barcelona un motor Daimler.
Una vez en Barcelona, hace un hueco en los almacenes de su fábrica del Carrer Diputació, 178, almacenes que también utilizaba para ensayos de óperas (era un gran aficionado a este género) y empieza a diseñar un vehículo con diversos componentes de carruajes y solicita la patente en Madrid, patente que se le concede con mucha celeridad y dos años después hace el estreno en el Passeig de Gracia que hemos comentado.
No queda más que una fotografía de aquel vehículo el día de su estreno y planos sobre la construcción del mismo que han permitido hacer una réplica que se expone en la «col.lecció d’automòbils Salvador Claret» de Sils (Girona)
Bonet que falleció 9 años después no pudo evolucionar este vehículo del que apenas se aprovecharon ideas para la posterior industria del automóvil.
Curiosamente Cerda cuando pensó en la ampliación de Barcelona con calles extremadamente anchas para la época ya las diseñó pensando en un invento del cual se hablaba….. basado en carros con motores a vapor.
En 1900 ya circulaban por la ciudad 12 coches y solo 7 años después ya se contabilizaban 110, por lo que se optó por obligar a matricular los nuevos vehículos, correspondiendo al industrial Rupert García con su flamante Berliet francés, el poseer la matrícula B-1.
Mientras Bonet, pasó a la historia como el hombre del carro sin caballos.